¿Qué significa para ustedes, mis únicos y sinceros lectores, "vivir bien"? ¿No es, quizás, vivir en paz y con la posibilidad de desarrollar sus capacidades plenas? ¿No es poder disfrutar de las cosas que nos hacen sentir bien, de hacer las cosas que nos venga en gana hacer y como las queremos hacer?
"Amarga es ya mi vida, ¿para qué quiero amargo mi café?"
Era una señora rocosa, sencilla, un poco hosca, nuestra nana, doña Andrea, pero nos transmitió a mis hermanos y a mí cierta alegría de vivir, de comer bien y sabroso, y también, claro, nos enseñó a tomar café. Sin embargo los cafés que ella preparaba eran extremadamente dulces, lo cual a mí realmente no me gustaba; pero si uno preguntaba porqué le ponía tal cantidad de azúcar ella respondía justo eso:
"amarga es mi vida, ¿para qué quiero amargo mi café?", con una sonrisa. Muchos años después caí en la cuenta de que en cierta forma, a pesar de haber tenido una vida difícil, ella creía que valía la pena disfrutar las cosas que le gustaba hacer, cosas sencillas de todos los días, pero que le daban felicidad... Bastantes cosas, solía decir ella, nos amargan la vida como para vivir amargados en privado también.
Y nada más cierto en este siglo, el de la información. Cómo ya lo escribí antes,
el (evitable) embate de las redes sociales y de los medios en general, debo decir, nos hace vivir mil vidas trágicas al hacernos
sufrir diariamente con todo lo terrible que le pasa al mundo desde nuestras pantallas, ya sea las del televisor o las de los dispositivos móviles. Con todo,
vivir bien no se trata de vivir aislado, en una burbuja, o en nuestra columna de marfil: como ya lo decía
Gustave Flaubert en la carta a su amigo Iván Turguéniev, con su celebre frase al respecto
("Siempre he procurado vivir en mi torre de marfil. Pero una marea de mierda bate ahora sus muros hasta el punto de derrumbarla."); las tragedias de la realidad, la corrupción, la miseria, la violencia o la vulgaridad han estado ahí siempre y en cualquier época.
Vivimos en un precario balance que, como vemos hoy en día con la pandemia que estamos sufriendo la humanidad, en cualquier momento corre el riesgo de derrumbarse.
El problema de nuestro tiempo es la inmediatez de su presencia y la constante exposición al ciclo de noticias negativas 24/7, lo que ya llegó a un grado exasperante. Esto sin duda nos afecta en nuestro bienestar emocional, acorralándonos en un estado continuo de ansiedad y zozobra: de hecho, de acuerdo a algunos psicólogos, la exposición continua a noticias negativas y violentas puede
causar efectos psicológicos a largo plazo, más allá de sentimientos simples de desaprobación o pesimismo.
En defensa del ideal del caballero (o la dama) cultos
Hoy en día, querido lector, lectora, los valores de la cultura, la belleza, la filosofía, la sabiduría, y del conocimiento de la historia parecen estar bajo ataque. En esta era de apariencias de
Instagram lo banal y lo superficial parecen ser el ideal a alcanzar. Hombres y mujeres también parecen menguar en carácter y peso intelectual, y escribo "parecen" porque existen notables excepciones, pero es, como mínimo, interesante desde el punto de vista sociológico observar la levedad de espíritu que marca nuestro siglo; en una época donde ahora como nunca antes tenemos acceso gratuito e irrestricto a todo tipo de información, la mayor parte de la humanidad tiende a la estupidez, a lo vulgar. No consideren lo que digo, mis amigos, como algo elitista, todo lo contrario: cómo uno de tantos ejemplos, existen bibliotecas y universidades públicas, es decir, conocimiento accesible a todos, desde hace varios siglos; es sabido que quién desee superarse puede hacerlo a través del esfuerzo y el estudio, pero para eso hace falta
voluntad, como ya antes lo ha dicho Victor Hugo.
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'Polymath'. MASA/Breed London |
En cambio, un hombre o una mujer con conocimientos, ideas, espíritu, voluntad, carácter, cultura y sobre todo, sana ambición y propósito de vida, de mentalidad superior, es capaz de aportar a sus semejantes valor real y tangible, humanidad al fin, cosas nada baladís para la sociedad. Solo una persona que está consciente de los altos vuelos intelectuales que ha alcanzado el hombre a lo largo de al menos 5,000 años de historia puede darse cuenta de la inutilidad de una vida sin propósito e inmersa en la mediocridad.
Sobre el contenido de este blog
Entonces, ¿de que se trata este blog? Pues de todo aquello que nos hace hombres y mujeres elegantes, elegantes en ambiciones, alcances, conocimientos, comportamientos y gustos; elegantes de pensamiento. Este objetivo es del todo idealista, del tipo de idealismo del que habla
José Ingenieros en su celebre obra
El Hombre Mediocre, lo sé, pero creo que
una mente cultivada es el complemento ideal de un estilo de vida elegante... Este blog se trata de todo aquello que nos causa, siguiendo a Epicuro,
fina conmoción intelectual. Aunque tampoco se engañe al público, el camino del refinamiento personal es difícil, pero las recompensas son vastas y desconocidas para quien no se atreve, no le interesa o por lo menos le son indiferentes; eso nos distingue a usted y a mi, que estamos en comunicación, aquí, a través de la palabra escrita y no en algún otro lugar pudiendo hacerlo.
Vita attiva e contemplativa
No se dejará de lado el aspecto físico,
mens sana in corpore sano, reza el antiguo dicho en latín; todas las sociedades (aristocráticas o no) que hayan aportado valor a la humanidad también han sido sociedades deportistas. Existen paralelismos innegables entre los valores del esfuerzo personal del deporte y del mejoramiento de la propia persona en los ámbitos intelectuales, culturales y en lo social. Privilegio los deportes en solitario, accesibles desde el momento en que se desea practicarlos, los que nos hacen meditar en tanto el cuerpo está en movimiento: la carrera, el ciclismo, la natación, el gimnasio, y el antiguo y noble arte del boxeo (ya presente en los
juegos fúnebres en homenaje al héroe Patroclo, en la Iliada de Homero y una de las habilidades que todo caballero que se precie de serlo debería tener). Hablaremos de sus técnicas y sus herramientas, todo un mundo aparte en si mismas.
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El Sueño del Caballero, de Antonio de Pereda |
Se trata también de
objetos, por supuesto. ¿A quién no le gusta tenerlo todo? Pero sirva de advertencia:
siempre he pensado que la buena vida tiene que ver más con la cultura que con el dinero: tener muchos recursos económicos no nos harán damas o caballeros de importancia, señores, al fin, eso solo lo aporta el valor de nuestro propio esfuerzo, valía, peso intelectual y propósito.
Así que sobre los objetos daré
mis más personales sugerencias de lo que
hay que tener, sobre todo tratando de escapar a las modas y la publicidad de marcas y buscando aquellas que ofrezcan el valor de la calidad perenne y de la tradición elegante: serán objetos de marcas que la mayoría no conoce, más para los entendidos que buscan objetos verdaderamente buenos y no necesariamente conocidos (esos cualquiera los compra); en estos tiempos de publicidad masiva multiplataforma y de
neuromercadotecnia es fácil caer en la trampa de la ilusión de exclusividad de las marcas de lujo reinventadas y de tener el privilegio de la elección, pero es solo un juego de espejos: para muestra, un pequeño dato ilustrativo: la gran mayoría cree que un Rolex es un reloj de lujo de gran clase (bastante caro, por cierto), pero esta marca fabrica
800,000 piezas al año, un número que difícilmente califica como exclusivo. Creo, sin embargo, que lo verdaderamente exclusivo es aquella pieza escogida de manera inteligente, de excelente fabricación; es aquel objeto heredado o mandado a hacer únicamente para nosotros y bajo nuestros estándares, eso es el verdadero lujo. Consumidores al fin, si algo nos va a acompañar en nuestra vida al menos que sea como realmente lo queremos, que signifique algo para nosotros y no para los demás. Y generalmente la elección de un
gentleman jamás es convencional. Ya lo decía Giovanni Dos-Sicilias: "el rodearse de cosas bellas es el mejor antídoto contra el mal gusto de acumular".
Muchas otras cosas también serán incluidas: hablaré sobre, digamos, 'las herramientas' que todo caballero debe tener y saber usar, artículos que he publicado, avances de mi última novela (en turno), algunos cuentos, crónicas de viajes, máquinas y tecnología, consejos gastronómicos, maridajes, buenos momentos, tradiciones elegantes, música, escritos sobre las artes y pensamientos filosóficos, además de los llamados
Gentleman´s Pursuits, todo lo que un caballero elegante debe saber, sin olvidar brindar en cada publicación nuestros respetos a la belleza, la belleza de la forma, del objeto, de un gesto, de un pensamiento elegante.
Sobre los vinos
Hablaré de vinos porque tengo una
liason personalísima y añeja con los buenos caldos; me traen recuerdos de mi padre cuando era yo apenas un joven, de la familia, de momentos sublimes, de viajes... Sobre esta cuestión, no soy ni
connoisseur ni
sommelier, solo un viajero en busca de la pureza: me gustan los buenos vinos y compartir lo poco o mucho que he aprendido sobre ellos (básicos para maridar, cómo leer una etiqueta, algunas recomendaciones, etc.), todo muy
down to earth y sin esnobismos ni pretensiones y asequible a precios razonables. Este conocimiento acumulado en más de 25 años como aficionado a los vinos lo he querido compendiar en mi nueva publicación
Diario de Vinos (breve iniciación a los placeres del vino), ya disponible en
Amazon en versión
e-book y en una
edición impresa e ilustrada que incluye 80 notas de cata para que usted guarde sus propias memorias hedonistas.
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Vanitas, por Pietr Boel, C. 1663 |
También, y al fin buen miembro de la piara de Epicuro (y emulando a Horacio), escribiré algo sobre habanos y café, entre otros placeres sibaritas; es decir, algo sobre la buena vida de la que antes hablé. Por último debo decir que
The Gentleman's Pursuits está escrito desde el punto de vista de un hombre, tal es la razón de su título en masculino, pero cualquier persona puede encontrar mis artículos de utilidad si así le parece.
Les invito a navegar, estimado amigo, amiga, todo lo que este blog tiene para ofrecerle en el menú de etiquetas localizado en la parte superior derecha de esta página, esperando que lo disfrute.
En algún lugar del mundo les envía un saludo cordial,
F. Xavier
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